Una docena de personas dicen saber el paradero de los 43 estudiantes, pero no lo revelan por miedo a represalia
Una docena de civiles de la localidad mexicana de Chilacachapa han reconocido que los narcotraficantes del cártel de los Guerreros Unidos les han obligado articipar en la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala.
Los narcosforzaron a los habitantes del pueblo a colaborar y prestar su ayuda a la Policía local asegurando que estaban siendo «atacados» por un grupo de estudiantes y por el cártel rival de Los Rojos, que «iban a hacer una revolución».
Chilacachapa es una localidad sitiada por los Guerreros Unidos y lugar de escondite de sus miembros situada a 37 kilómetros de Iguala y a 15 kilómetros del basurero de Cocula, donde presuntamente ejecutaron e incineraron a los 'normalistas'.
Casi tres meses después de los enfrentamientos entre estudiantes y policías locales, que se saldaron con la muerte de siete personas y la desaparición de los 43 jóvenes, los habitantes de Chilacachapa han relatado como oyeron a los narcotraficantes gritar: «¡Traigan bolsas negras hijos de la chingada!», a lo que otra voz respondió que se hicieran con unas 50 bolsas.